Los beneficios de la bicicleta para los niños
04 DE JULIO DE 2022
La práctica del deporte en la infancia mejora el aprendizaje y el desarrollo de habilidades de los niños, así como su rendimiento educativo y su autonomía, lo que contribuye a su bienestar general y a sus perspectivas de futuro.
Los estudios demuestran que las iniciativas deportivas bien construidas contribuyen a mejorar la vida de los niños. De hecho, las actividades deportivas aumentan la participación en iniciativas de grupo y son también una buena herramienta para evitar la exclusión y la marginación entre los niños.
El ciclismo en los niños
El ciclismo en los niños es una forma excelente de trabajar la resistencia y la coordinación. Los buenos resultados se consiguen rápidamente mezclando las superficies por las que se circula: llano, cuesta arriba, cuesta abajo y barro.
Al montar en bicicleta, el cuerpo libera endorfinas, la sustancia responsable de la sensación de bienestar, libertad y plenitud. El ciclismo es perfecto para mejorar la salud mental.
¡Salud muscular en su máxima expresión!
Cuando tu hijo pedalea con fuerza en su bicicleta de montaña, no sólo aumenta la fuerza y el tamaño de sus músculos. De hecho, promueve su salud a largo plazo. El ciclismo no es sólo una forma de ejercicio aeróbico. También proporciona un entrenamiento muscular al obligar a los ciclistas a ejercitar sus músculos para pedalear.
Cuando los músculos tienen que trabajar duro, el cuerpo tiene que bombear sangre extra hacia ellos. Esto puede mejorar su salud a largo plazo, reduciendo el riesgo de que su hijo sufra lesiones, problemas musculares y dolor. Unos músculos más fuertes durante el crecimiento de tu hijo ayudarán a fortalecer los huesos.
Las personas que se mantienen físicamente activas son menos propensas a sufrir enfermedades como la osteoporosis y la artritis, por lo que hacer que su hijo monte en bicicleta ahora le preparará para una vida saludable. Además, tiene la capacidad de reforzar el sistema inmunitario y dar energía y tono.
Un planeta mejor
La reducción de los desplazamientos en vehículos motorizados es ampliamente factible. La mayoría de los desplazamientos que hacemos son de menos de 3 kilómetros y pueden sustituirse fácilmente por la bicicleta. Por lo tanto, el aumento del número de desplazamientos en bicicleta reduce las emisiones de contaminantes y, en particular, de gases de efecto invernadero.
Las bicicletas no producen contaminación acústica. Consumen muy poco espacio público: cuando está aparcada, una bicicleta no ocupa más de 1 m², mientras que un coche ocupa 10 m². Y aunque la proporción de 1 a 10 es menos espectacular en el tráfico, el hecho es que, en general, un ciclista consume unas cinco veces menos espacio que un conductor de coche. Son activos especialmente valiosos en entornos urbanos.
Ya no hay excusas, ¡suban a sus bicicletas!
Este artículo fue escrito por Chloe, mano izquierda y la mano izquierda de la mano derecha.
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